martes, 15 de junio de 2010

::: cap de creus - banyuls {6-6-10}

El dia siguiente arranco con algunas nubes indecisas. Desayuné y subi con todo hasta la carretera en dos viajes. Escuché el Ummagumma de Pink Floyd contemplando aquel paisaje y comenzaron a caer las primeras gotas de mi viaje. Habia llegado la hora de probar mi equipamiento para lluvia. A la bajada la lluvia se volvio torrencial y aceleré la marcha para llegar cuanto antes a Cadaqués. Alli me senté en un bar y esperé a que se secara la ropa, aprovechando la ocasión para pedirle al camarero que cargara mis aparatos.



Al rato senti ganas de ponerme en marcha y como ya no llovia decidi aprovechar el buen tiempo para pedalear. Marché cuesta arriba y cuesta abajo por varios puertos. Pasé por el Port de la Selva, Llançà y finalmente llegué a Portbou. Por el camino llovio, pero la verdad es que fue incluso agradable.

En principio ese dia yo pensaba llegar como màximo hasta Portbou y cruzar la frontera al dia siguiente. El pueblo era feo y soso. Era domingo al parecer, y yo no lo habia previsto, por lo que no tenia a penas comida ni agua, asi que compré un bocadillo de tortilla en un bar. Estuve hablando largo rato con Felipe por teléfono. Después de tanto tiempo en soledad cuando hablo con alguien por teléfono vomito las frases.

Cuando me despedi de él decidi que nada me impedia cruzar la frontera esa misma tarde. Subiendo el puertecito de rigor dediqué algùn pensamiento a la nostalgia de no saber cuàndo volveria a Espagna y a la nueva etapa que comenzaba en mi viaje.

Sin muchos màs sentimentalismos me planté en la cima y me topé con el cartel que la Repùblica Francesa habia puesto en homenaje a los exiliados del franquismo que huyeron por aquella misma carretera unas décadas atràs, si bien en su momento la misma Repùblica Francesa no acogio a dichos exiliados con el orgullo y la pasion que expresaba el rotulo.


Cambiar de pais siempre estimulante, aunque el capbio no sea muy dràstico, como entre Francia y Espagna. En cualquier caso si se respiraba ya otro ambiente en Cerbère, el primer pueblo francés. Continué la marcha pensando ya en encontrar refugio. Pasé Banyuls-sur-Mer contemplando los vignedos por todas partes. Eché un ùltimo vistazo atràs y vi como el sol habia salido timidamente y bagnaba de color rojo exclusivamente un camping que habia dejado atràs en las afueras de Banyuls. Juro que en ese momento senti que era una segnal y que la estaba dejando pasar. Pero también es cierto que en otras ocasiones ese mismo sol me habia traicionado vilmente, asi que me sali de la carretera por un camino de tierra que ascendia por una colina. Dejé la bicicleta q un lado y subi para hacer el rastreo de turno. Subi y subi y cada vez el terreno era màs duro y las zarzas y otras plantas encrespadas acabaron por rodearme totalmente. Yo iba en chanclas y pantalón corto, por lo que el calvario estaba asegurado.

Continué como pude algunos metros màs hacia arriba, arrastrado por una esperaza absurda e idiota de encontrar algo tras las zarzas. Pero tras las zarzas no habia màs que màs zarzas. En aquel momento ya empezaba a oscurecer seriamente, y la situación se me hizo totalmente ridicula. Como podia ser alguien tan estùpido como para cometer dia tras dia el mismo error. Comencé a bajar como pude la colina de pinchos castigàndome mentalmente por mi inconsciencia. Bastaria con comenzar a buscar refugio antes y todo esto seria evitable.

Mis pies buscaban puntos de apoyo fimes y no los habia. Mis piernas atravesaban ensangrentadas caminos que no lo eran. No recordaba la ruta que me habia conducido hasta alli y tuve que volver varias veces sobre mis pasos. Decidi que haria caso al sol y a la poca sensatez que parecia quedarme y aceptar mi estupidez volviendo al camping iluminado de Banyuls.

Cuando llegué alli aquello parecia un camping fantasma. El gran letrero que decia "Recepcion" no era mucho màs aue un espejismo porque aquello estaba cerrado a cal y canto. Continué avanzando y vi unas cuantas caravanas viejas también cerradas. Alli no parecia haber nadie. Por fin al fondo vi unas mujeres frente a una tienda de campagna. Me acerqué y les pregunté por la recepción. "Il n'y a pas de réception", respondio una y me explicaron que si me iba antes de las 9 de la magnana era gratuito, si no 8 €. Perfecto. El dia acabaria bien al fin y al cabo. Me prometi ser màs previsor en adelante.

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