domingo, 15 de agosto de 2010

::: puy de dôme seràs mi tumba

« Puy de Dôme seras mi tumba » es la cancion del verano que me acompagno durante la traversa del departamento. Es una cancion bien simpaticuda que habla sobre como tener la sensacion de ir siempre cuesta arriba y tan a penas bajar. Normalmente todas las subidas guardan en la cima su recompensa, su pequegno regalito merecido. Aqui esta premisa no se cumplia en absoluto y se convirtio en la etapa mas montagnosa de mi viaje por Francia. Sin embargo la zona era preciosa y estaba llena de lagos y de volcanes (por supuesto inactivisimos).




Mi no planificacion me llevo a atravesar el Col de la Croix Morand sin saber muy bien donde me metia. Resulto ser una etapa famosa en el Tour de Francia. Pues yo la subi con todos mis cacharros a la espalda y dormi alli arriba.


::: un bistec inesperado

Después de una semana en La Bourange la idea era atravesar Puy de Dôme, el departamento de los volcanes, y trazar de una vez por todas una linea recta hasta Paris. Justo antes de entrar en Puy de Dôme me enconré en un pueblo con un grupo de muchachicos que parecian muy interesados por mi viaje. Lo que me dio un poco de miedo es que parecian tener un pequegno problema de adiccion hacia diversas bebidas energéticas de diversos colores y marcas, todas de nombres supersonicos. Me trataron de convencer sobre sus virtudes y al final uno de ellos decidio regalarme una lata, pese a que insisti en que no me gustaba. Asi que me vi obligado a llevarme la lata calentorra que màs tarde insertaria en una papelera. « Asi te acordaras de nosotros cuando te la bebas », me dijo uno. Bueno, me he acordado de vosotros igualmente, chavales.

Bosques con fresas salvajes, montagnas peliagudas y jaurias de mosquitos infernales me aguardaban a las puertas del nuevo territorio a atravesar. Precisamente fue un mosquito el que hizo de una de mis noches un verdadero infierno. Se colo en mi tienda y el maldito aguardaba en su refugio, donde fuera que estuviera, para salir unicamente cuando apagaba la luz o cansado de buscarlo para darle muerte o cuando estaba a puntito de quedarme frito. Asi que a la magnana siguiente mi cara era un cuadro entre las ojeras y los picotazos.


Me levanté tarde y cuando llegué a St Guilhem l’Herm ya estaba casi todo cerrado, asi que me las vi negras para encontrar mis articulos favos. Cuando pasaron tres jovenes les pregunté donde podia encontrar una fuente de agua potable y con la excusa intercambiamos algunas palabras sobre mi viaje. Quedaron muy impresionados y se ofrecieron a coger mis botellas y llenarlas en su casa mientras yo esperaba alli. Cuando volvieron me trajeron, ademas del agua, una sorpresita : la invitacion de una de sus madres para comer en su casa. Desde luego un plan sin igual. No seria dificil encontrar en aquella casa un plato mas suculento que mi bocata de cada dia.

Cuando llegué alli me encontré una casa inmensa. En realidad en tiempos habia sido una escuela religiosa de tres plantas, por lo que la casa actual estaba reconvertida pero conservando algunos rastros bien particulares de su pasado. Por ejemplo conservaban la inmensa cocina que debio dar un dia alojamiento a gran numero de muchachicos, las mesas de estudio o lo màs impresionante : la antigua capilla. Actualmente la habian equipado con un par de grandes altavoces y la utilizaban para hacer diferentes celebraciones. Resulto ser una casa bien curiosa y bien interesante.


Su madre me acogio con la misma amabilidad que los tres chicos y se mostraron muy interesados por mi viaje. Me hicieron mil preguntas. La sorpresa se presento ante mis morros cuando me plantaron un gran bistec delante, eso si, con su mostaza, sus patatas, su ensalada y su tabla de quesos. Mi vegetarianismo se derrumbo y opuse poca resistencia ante la posibilidad de marcarme una comida de campeonato y por supuesto también debido a la hospitalidad de aquella familia. Asi que no dije nada y pensé que desde luego mi cuerpo no se quejaria después de aquel plataco. Pues si, me trapigné el bistec después de agnos de ayuno carnivoro.


Después de un buen rato de agradable conversacion me prepararon una bolsa llena de quesos de la region, algo inaudito. Tuve suerte de que el trayecto prosiguiera cuesta abajo tras semejante comilona.

::: la bourange: buena punteria

Hasta ahora he tenido mucha suerte con los sitios donde he aterrizad màs o menos por hazar a lo largo de mi viaje. En Retournac volvi a dar en el blanco con los ojos cerrados. La Bourange resulto ser una granja de lo mas pintoresca donde en poco tiempo me senti como en casa, disfrutando nuevamente de placeres bien mundanos que ofrece la vida en el campo. Estando alli se sentia de forma muy presente que era realmente un lugar apartado, no tanto geograficamente, puesto que Retournac quedaba a tan solo 6 km, sino de manera màs ambiental.


El tiempo alli transcurria a otro ritmo y los atardeceres eran eternos. El sol rojizo aguantaba en el porche hasta bien tarde, momento en el que nos soliamos reunir para tomar alguna copa de vino que otra después de la joranada. Era uno de los momentos màs sociales sin duda. También me gustaba el sonido del tren pasando justo por detràs de la casa. Por unos segundos me hacia recordar la vida màs allà de aquellas montagnas, la « cotidianidad » siguiendo su ruta con puntualidad. También ayudaba a generar esa sensaion de lugar apartado la forma en que se llegaba a la granja. Viviendo alli siempre tuve presente de una manera un poco subconsciente que para irme deberia volver a atravesar la montagna de espeso bosque que ocultaba la granja casi hasta la llegada.



Al principio Amaya y Beranger me parecieron un poco esquivos, pero màs tarde comprendi un poco mejor sus caracteres con la convivencia y me resultaron unas personas bien cordiales y muy acogedoras. Con Amaya tuve la oportunidad de hablar y sobre todo reir en espagnol, no solo en el idioma, sino tambièn en el tipo de humor. Reir con fuerza es de las cosas que màs aprecio durante el viaje porque durante muchos dias no se hace frecuente.







Como veis hice mi pequegno homenaje al gol de Tiburon Puyol. Tambien podeis ver que el bagno tenia muy buenas vistas, sobre todo si mirabas dentro del retrete. De eso no hay foto.