miércoles, 7 de julio de 2010

::: le puy en vélo (4-7-10)

Pies en polvorosa y Le Puy en Velay a tiro de piedra, el camino perforaba la niebla que se deshacia a medida que avanzaba el dia. Sobre la cuneta encontré unos mugnecos negros algo siniestros que lo fueron màs cuando alguien màs tarde corroboro mis sospechas: significan el recuerdo de viajeros que se apearon para siempre en esas cunetas. Los franceses tienen una oscura e impersonal manera de recordar a sus muertos.


Poco màs que contar sobre el trayecto entre Pradells y Le Puy. Me levanté pronto y pedaleé fuerte, asi que al mediodia estaba entrando en la ciudad y buscando la parte antigua, que es preciosa. Me gusto mucho màs que Carcassonne, sin duda. Durante la siesta se me ocurrio entre suegnos que no seria dificil alcanzar ese mismo dia la granja de Retournac, que quedaba a unos 30 km al noreste. Las nubes negras que avanzaban desde el oeste decantaron mi decision. La posibilidad de una cama y un techo en un dia de lluvia es un factor decisivo. Asi que me agarré al rio Loire y segui su curso entre montagas y edificios que parecian escuelas de magia.


Como siempre que llego a un lugar donde tengo concertado alojamiento me toca no cantar victoria demasiado pronto. En Retournac pregunté la direccion de La Bourange, el nombre de la granja en cuestion, y un segnor bien gordo y bigotudo me adjudico una carretera que debia recorrer durante unos 5 km hasta mi destino. Pues resulto ser la màs dura del dia, con unos desniveles de los que me dejan sin pulmones y tuve que echar rapidamente el guante a mis cacahuetes siempre fieles a mi bolsillo izquierdo. En cuanto me subieron continué el camino hasta completar los casi 70 km de jornada (pas mal!). Al final la carretera me premio con una cuestecita hacia abajo y al salir del inmenso bosque divisé por fin un cartel que decia «LaBourange» y la estampa de varios grandes edificios de piedra maciza y un tipi indio bien majestuoso justo al lado. Al acercarme vi también muchas cabras, vacas, coches rotos, tractores y un porche con su mesita, sus sofàs y una hamaca. Parecia un buen sitio para aterrizar y repostar durante unos dias, desde luego. Mis « bonjours » lanzados contre la fachada se respondieron ràpido con una joven pareja que salio a recibirme. Y esta ha sido mi casa desde aquella tarde de domingo, junto a Amaya y Berange, y toda la gente que por aqui pasa cada dia, que es bien variopinta.

lunes, 5 de julio de 2010

::: lac naussac / pradells (2-7-10)

El objetivo de este dia era encontrar un camping donde establecerme en un camping para poder ver el partido Espagna – Paraguay, y todo empezo dabuti para ver realizados los suegnos de mi jornada, puesto que encontré uno por unos 3 euros la noche, algo inaudito en la France, y verdaderamente habria sido perfecto de no ser por que el partido era al dia siguiente. De esto me di cuenta en Chateaneau de Rondon, después de haber colegueado ya con todo el pueblo y haber anunciado en un bar que acudiria a ver los dos partidos del dia. Asi que a mitad de jornada cambié mis planos y decidi seguir hasta el Lago Naussac, que resulto ser un verdadero mar de agua dulce, gigante.

Enseguida di con una carreterita que bordeaba el lago y esperé paciente hasta empezar a ver caminos de tierra que conducian en direccion a la orilla, siempre entre àrboles que imposibilitaban adivinar donde terminarian exactamente. Lo que parecia un lugar de fàcil acampada resulto no serlo tanto, ya que los caminos desembocaban en zarzas y otros desaboridos hierbajos cuando yo lo que buscaba era una placita en primera linea de costa. En ocasiones el camino no se hace evidente a primera vista y fue después de un buen rato de bùsqueda que reparé en un pequegno hueco en el alambre de espino que cercaba la costa y voilà, un senderito me mostro no una sino varias posibilidades extraordinarias para pasar el final del dia.






El despertar del dia siguiente fue fuera de serie: una tribu de vacas liderada por una blanca bien gorda me desafiaban con la mirada estàticas como rocas. La jefa de la tribu se aventuraba de vez en cuando a avanzar un par de pasos y tantear mi reaccion y el resto le imitaban unos segundos màs tarde. Sin duda me habia plantado en su lugar favorito para pastar por la magnana a juzgar por el campo minado de mognigas de diferente frescor, y ellas no parecian dispuestas a cedérmelo tan fàcilmente. Asi que cuando bajé el escalon que llevaba a la tierra roja de la playa avanzaron parsimoniosas hasta rodear mi tienda. Nos desafiamos con la mirada cual western. El guion tecnico fue algo asi :

PG Miguel viendo desde la playa como las vacas avanzan
PP contrapicado Vaca Jefa
PP Miguel
PG Vacas
PD revolver Vaca Jefa
PPP Miguel acojonado
PPP Vaca Jefa con gotica de sudor en la frente

Y al final tiroteo, un par de explosiones, vacas por los aires y todos para casa.

Como es logico el hombre blanco conquisto por la fuerza el territorio y las vacas indigenas se vieron obligadas a retirarse a su reserva.


Bagno de rigor y en marcha. Esta vez si, era dia de futbol. Aterricé en el Camping Municipal de Pradells, por lo que fue mi etapa màs corta hasta ahora. En el camping no habia màs que una pareja de ancianos campistas y yo y tan solo me costo 4,50 euros, asi que la jugada me salio redonda. Est avez fui màs previsor y compré comida para dos dias, siendo domingo al dia siguiente. En Pradells pude gozar una vez màs de la amabilidad gratuita de la gente. Creo que a la hora de llegar al camping y tras hablar con dos o tres personas todo el pueblo sabia ya que habia un joven ciclista espagnol que queria ver el partido. En el bar donde lo vi me atendio Alex, un camarero bien amable interesado en practicar sus escasos conocimientos de espagnol. Cai por alli primero para ver el Alemania – Argentina y me tomé una cerveza en cada parte, como siempre. Al terminar la segunda Alex el camarero me invito a otra y me ofrecio su portàtil para conectarme a internet, una oferta irrechazable. Entre tanta amabilidad y dado que sali zumbando en la bici para hacer la cena y llegar a tiempo para el partido de las 20:30 olvidé pagar, asi que reemprendi las infinitas cuestas y cuando llegué alli disculpàndome no me quisieron cobrar nada. Les de mil gracias y sali atonito por aquella hospitalidad desmedida.

Tras zamparme un gran plato de lentejas volvi al bar de Alex y me tomé otras dos cervezas. En la segunda parte el bar se vacio y comenzaron a recoger y a apagar las luces del local, asi que por un momento temi que cerraran y no poder ver el final del partido, que ademàs amenazaba con una prorroga. Pero en ese momento me invitaron a otra cerveza que acepté encantado. Cuando termino el partido pedi que me cobraran y volvieron a negarse. Resultado : Espagna 1 – Paraguay 0, seis cervezas gratis e internet por la cara, a parte de un buen rato de conversacion y todo esto teniendo en cuenta que el bar ya solo quedaba yo y que los camareros se habian quedado màs rato por mi.

::: viento en popa y culo en pompa (1-7-10)

La escapada de Ispagnac fue lenta y dolorosa. El dia que me fui aprendi que un desnivel del 8% es una cosa muy seria. Tuve que hacer descansos de quince minutos al cabo de cada curva hasta esperar que el cuerpo se reestableciera. A los tres kilometros de marcha me encontraba tirado al lado de la carretera con el cuerpo entero temblando. Esto me obligo a despedirme de Ispagnac y del Rio Tarn por espasmos y sin aliento, y con la cabeza constantemente en los dias anteriores con Claire en su casa. Una vez màs me encontraba solo en el camino después de unos dias de buena compagnia, buena conversacion y muchas risas, algo que venia necesitando desde hacia dias.

La verdad es que la condicion de nomada solitario al principio parece muy seductora pero encierra ciertos aspectos poco fàciles de llevar. Es fàcil conocer gente cuando se viaja solo, pero se trata siempre de amistades express con una fuerte carga emotiva concentrada en muy poco tiempo. Siempre que dejo un lugar como Ispagnac pienso que me gustaria volver, que no querria irme, y estas voces entran en conflicto con otra que siempre es màs severa que concluye que hay que continuar el camino.

Mis pedaladas me encaminaban hacia el proximo lugar donde permanecer durante unos dias, una granja ecologica en Retournac, al oeste de Le Puy en Velay, donde trabajaria durante una semana. En Ispagnac aproveché para concretar màs o menos mi dia de llegada con los propietarios de la granja.

La verdad es que el dia se me hizo largo. No estaba del todo animado, llovio, se me rompio una de las correas y el camino a ratos se hizo bastante duro, asi que en seguida di por terminada la jornada y acampé en el bosque. Por fin he comenzado a tocar la harmonica que Felipe me regalo. De momento soy terrible y espero que nadie me escuche en medio de la noche, porque es probable que se le ocurra venir a darme una paliza. A veces me arranco con unos blueses que hacen que Howlin’ Wolf se revuelva en su tumba. Perdon.