domingo, 15 de agosto de 2010

::: puy de dôme seràs mi tumba

« Puy de Dôme seras mi tumba » es la cancion del verano que me acompagno durante la traversa del departamento. Es una cancion bien simpaticuda que habla sobre como tener la sensacion de ir siempre cuesta arriba y tan a penas bajar. Normalmente todas las subidas guardan en la cima su recompensa, su pequegno regalito merecido. Aqui esta premisa no se cumplia en absoluto y se convirtio en la etapa mas montagnosa de mi viaje por Francia. Sin embargo la zona era preciosa y estaba llena de lagos y de volcanes (por supuesto inactivisimos).




Mi no planificacion me llevo a atravesar el Col de la Croix Morand sin saber muy bien donde me metia. Resulto ser una etapa famosa en el Tour de Francia. Pues yo la subi con todos mis cacharros a la espalda y dormi alli arriba.


::: un bistec inesperado

Después de una semana en La Bourange la idea era atravesar Puy de Dôme, el departamento de los volcanes, y trazar de una vez por todas una linea recta hasta Paris. Justo antes de entrar en Puy de Dôme me enconré en un pueblo con un grupo de muchachicos que parecian muy interesados por mi viaje. Lo que me dio un poco de miedo es que parecian tener un pequegno problema de adiccion hacia diversas bebidas energéticas de diversos colores y marcas, todas de nombres supersonicos. Me trataron de convencer sobre sus virtudes y al final uno de ellos decidio regalarme una lata, pese a que insisti en que no me gustaba. Asi que me vi obligado a llevarme la lata calentorra que màs tarde insertaria en una papelera. « Asi te acordaras de nosotros cuando te la bebas », me dijo uno. Bueno, me he acordado de vosotros igualmente, chavales.

Bosques con fresas salvajes, montagnas peliagudas y jaurias de mosquitos infernales me aguardaban a las puertas del nuevo territorio a atravesar. Precisamente fue un mosquito el que hizo de una de mis noches un verdadero infierno. Se colo en mi tienda y el maldito aguardaba en su refugio, donde fuera que estuviera, para salir unicamente cuando apagaba la luz o cansado de buscarlo para darle muerte o cuando estaba a puntito de quedarme frito. Asi que a la magnana siguiente mi cara era un cuadro entre las ojeras y los picotazos.


Me levanté tarde y cuando llegué a St Guilhem l’Herm ya estaba casi todo cerrado, asi que me las vi negras para encontrar mis articulos favos. Cuando pasaron tres jovenes les pregunté donde podia encontrar una fuente de agua potable y con la excusa intercambiamos algunas palabras sobre mi viaje. Quedaron muy impresionados y se ofrecieron a coger mis botellas y llenarlas en su casa mientras yo esperaba alli. Cuando volvieron me trajeron, ademas del agua, una sorpresita : la invitacion de una de sus madres para comer en su casa. Desde luego un plan sin igual. No seria dificil encontrar en aquella casa un plato mas suculento que mi bocata de cada dia.

Cuando llegué alli me encontré una casa inmensa. En realidad en tiempos habia sido una escuela religiosa de tres plantas, por lo que la casa actual estaba reconvertida pero conservando algunos rastros bien particulares de su pasado. Por ejemplo conservaban la inmensa cocina que debio dar un dia alojamiento a gran numero de muchachicos, las mesas de estudio o lo màs impresionante : la antigua capilla. Actualmente la habian equipado con un par de grandes altavoces y la utilizaban para hacer diferentes celebraciones. Resulto ser una casa bien curiosa y bien interesante.


Su madre me acogio con la misma amabilidad que los tres chicos y se mostraron muy interesados por mi viaje. Me hicieron mil preguntas. La sorpresa se presento ante mis morros cuando me plantaron un gran bistec delante, eso si, con su mostaza, sus patatas, su ensalada y su tabla de quesos. Mi vegetarianismo se derrumbo y opuse poca resistencia ante la posibilidad de marcarme una comida de campeonato y por supuesto también debido a la hospitalidad de aquella familia. Asi que no dije nada y pensé que desde luego mi cuerpo no se quejaria después de aquel plataco. Pues si, me trapigné el bistec después de agnos de ayuno carnivoro.


Después de un buen rato de agradable conversacion me prepararon una bolsa llena de quesos de la region, algo inaudito. Tuve suerte de que el trayecto prosiguiera cuesta abajo tras semejante comilona.

::: la bourange: buena punteria

Hasta ahora he tenido mucha suerte con los sitios donde he aterrizad màs o menos por hazar a lo largo de mi viaje. En Retournac volvi a dar en el blanco con los ojos cerrados. La Bourange resulto ser una granja de lo mas pintoresca donde en poco tiempo me senti como en casa, disfrutando nuevamente de placeres bien mundanos que ofrece la vida en el campo. Estando alli se sentia de forma muy presente que era realmente un lugar apartado, no tanto geograficamente, puesto que Retournac quedaba a tan solo 6 km, sino de manera màs ambiental.


El tiempo alli transcurria a otro ritmo y los atardeceres eran eternos. El sol rojizo aguantaba en el porche hasta bien tarde, momento en el que nos soliamos reunir para tomar alguna copa de vino que otra después de la joranada. Era uno de los momentos màs sociales sin duda. También me gustaba el sonido del tren pasando justo por detràs de la casa. Por unos segundos me hacia recordar la vida màs allà de aquellas montagnas, la « cotidianidad » siguiendo su ruta con puntualidad. También ayudaba a generar esa sensaion de lugar apartado la forma en que se llegaba a la granja. Viviendo alli siempre tuve presente de una manera un poco subconsciente que para irme deberia volver a atravesar la montagna de espeso bosque que ocultaba la granja casi hasta la llegada.



Al principio Amaya y Beranger me parecieron un poco esquivos, pero màs tarde comprendi un poco mejor sus caracteres con la convivencia y me resultaron unas personas bien cordiales y muy acogedoras. Con Amaya tuve la oportunidad de hablar y sobre todo reir en espagnol, no solo en el idioma, sino tambièn en el tipo de humor. Reir con fuerza es de las cosas que màs aprecio durante el viaje porque durante muchos dias no se hace frecuente.







Como veis hice mi pequegno homenaje al gol de Tiburon Puyol. Tambien podeis ver que el bagno tenia muy buenas vistas, sobre todo si mirabas dentro del retrete. De eso no hay foto.

miércoles, 7 de julio de 2010

::: le puy en vélo (4-7-10)

Pies en polvorosa y Le Puy en Velay a tiro de piedra, el camino perforaba la niebla que se deshacia a medida que avanzaba el dia. Sobre la cuneta encontré unos mugnecos negros algo siniestros que lo fueron màs cuando alguien màs tarde corroboro mis sospechas: significan el recuerdo de viajeros que se apearon para siempre en esas cunetas. Los franceses tienen una oscura e impersonal manera de recordar a sus muertos.


Poco màs que contar sobre el trayecto entre Pradells y Le Puy. Me levanté pronto y pedaleé fuerte, asi que al mediodia estaba entrando en la ciudad y buscando la parte antigua, que es preciosa. Me gusto mucho màs que Carcassonne, sin duda. Durante la siesta se me ocurrio entre suegnos que no seria dificil alcanzar ese mismo dia la granja de Retournac, que quedaba a unos 30 km al noreste. Las nubes negras que avanzaban desde el oeste decantaron mi decision. La posibilidad de una cama y un techo en un dia de lluvia es un factor decisivo. Asi que me agarré al rio Loire y segui su curso entre montagas y edificios que parecian escuelas de magia.


Como siempre que llego a un lugar donde tengo concertado alojamiento me toca no cantar victoria demasiado pronto. En Retournac pregunté la direccion de La Bourange, el nombre de la granja en cuestion, y un segnor bien gordo y bigotudo me adjudico una carretera que debia recorrer durante unos 5 km hasta mi destino. Pues resulto ser la màs dura del dia, con unos desniveles de los que me dejan sin pulmones y tuve que echar rapidamente el guante a mis cacahuetes siempre fieles a mi bolsillo izquierdo. En cuanto me subieron continué el camino hasta completar los casi 70 km de jornada (pas mal!). Al final la carretera me premio con una cuestecita hacia abajo y al salir del inmenso bosque divisé por fin un cartel que decia «LaBourange» y la estampa de varios grandes edificios de piedra maciza y un tipi indio bien majestuoso justo al lado. Al acercarme vi también muchas cabras, vacas, coches rotos, tractores y un porche con su mesita, sus sofàs y una hamaca. Parecia un buen sitio para aterrizar y repostar durante unos dias, desde luego. Mis « bonjours » lanzados contre la fachada se respondieron ràpido con una joven pareja que salio a recibirme. Y esta ha sido mi casa desde aquella tarde de domingo, junto a Amaya y Berange, y toda la gente que por aqui pasa cada dia, que es bien variopinta.

lunes, 5 de julio de 2010

::: lac naussac / pradells (2-7-10)

El objetivo de este dia era encontrar un camping donde establecerme en un camping para poder ver el partido Espagna – Paraguay, y todo empezo dabuti para ver realizados los suegnos de mi jornada, puesto que encontré uno por unos 3 euros la noche, algo inaudito en la France, y verdaderamente habria sido perfecto de no ser por que el partido era al dia siguiente. De esto me di cuenta en Chateaneau de Rondon, después de haber colegueado ya con todo el pueblo y haber anunciado en un bar que acudiria a ver los dos partidos del dia. Asi que a mitad de jornada cambié mis planos y decidi seguir hasta el Lago Naussac, que resulto ser un verdadero mar de agua dulce, gigante.

Enseguida di con una carreterita que bordeaba el lago y esperé paciente hasta empezar a ver caminos de tierra que conducian en direccion a la orilla, siempre entre àrboles que imposibilitaban adivinar donde terminarian exactamente. Lo que parecia un lugar de fàcil acampada resulto no serlo tanto, ya que los caminos desembocaban en zarzas y otros desaboridos hierbajos cuando yo lo que buscaba era una placita en primera linea de costa. En ocasiones el camino no se hace evidente a primera vista y fue después de un buen rato de bùsqueda que reparé en un pequegno hueco en el alambre de espino que cercaba la costa y voilà, un senderito me mostro no una sino varias posibilidades extraordinarias para pasar el final del dia.






El despertar del dia siguiente fue fuera de serie: una tribu de vacas liderada por una blanca bien gorda me desafiaban con la mirada estàticas como rocas. La jefa de la tribu se aventuraba de vez en cuando a avanzar un par de pasos y tantear mi reaccion y el resto le imitaban unos segundos màs tarde. Sin duda me habia plantado en su lugar favorito para pastar por la magnana a juzgar por el campo minado de mognigas de diferente frescor, y ellas no parecian dispuestas a cedérmelo tan fàcilmente. Asi que cuando bajé el escalon que llevaba a la tierra roja de la playa avanzaron parsimoniosas hasta rodear mi tienda. Nos desafiamos con la mirada cual western. El guion tecnico fue algo asi :

PG Miguel viendo desde la playa como las vacas avanzan
PP contrapicado Vaca Jefa
PP Miguel
PG Vacas
PD revolver Vaca Jefa
PPP Miguel acojonado
PPP Vaca Jefa con gotica de sudor en la frente

Y al final tiroteo, un par de explosiones, vacas por los aires y todos para casa.

Como es logico el hombre blanco conquisto por la fuerza el territorio y las vacas indigenas se vieron obligadas a retirarse a su reserva.


Bagno de rigor y en marcha. Esta vez si, era dia de futbol. Aterricé en el Camping Municipal de Pradells, por lo que fue mi etapa màs corta hasta ahora. En el camping no habia màs que una pareja de ancianos campistas y yo y tan solo me costo 4,50 euros, asi que la jugada me salio redonda. Est avez fui màs previsor y compré comida para dos dias, siendo domingo al dia siguiente. En Pradells pude gozar una vez màs de la amabilidad gratuita de la gente. Creo que a la hora de llegar al camping y tras hablar con dos o tres personas todo el pueblo sabia ya que habia un joven ciclista espagnol que queria ver el partido. En el bar donde lo vi me atendio Alex, un camarero bien amable interesado en practicar sus escasos conocimientos de espagnol. Cai por alli primero para ver el Alemania – Argentina y me tomé una cerveza en cada parte, como siempre. Al terminar la segunda Alex el camarero me invito a otra y me ofrecio su portàtil para conectarme a internet, una oferta irrechazable. Entre tanta amabilidad y dado que sali zumbando en la bici para hacer la cena y llegar a tiempo para el partido de las 20:30 olvidé pagar, asi que reemprendi las infinitas cuestas y cuando llegué alli disculpàndome no me quisieron cobrar nada. Les de mil gracias y sali atonito por aquella hospitalidad desmedida.

Tras zamparme un gran plato de lentejas volvi al bar de Alex y me tomé otras dos cervezas. En la segunda parte el bar se vacio y comenzaron a recoger y a apagar las luces del local, asi que por un momento temi que cerraran y no poder ver el final del partido, que ademàs amenazaba con una prorroga. Pero en ese momento me invitaron a otra cerveza que acepté encantado. Cuando termino el partido pedi que me cobraran y volvieron a negarse. Resultado : Espagna 1 – Paraguay 0, seis cervezas gratis e internet por la cara, a parte de un buen rato de conversacion y todo esto teniendo en cuenta que el bar ya solo quedaba yo y que los camareros se habian quedado màs rato por mi.

::: viento en popa y culo en pompa (1-7-10)

La escapada de Ispagnac fue lenta y dolorosa. El dia que me fui aprendi que un desnivel del 8% es una cosa muy seria. Tuve que hacer descansos de quince minutos al cabo de cada curva hasta esperar que el cuerpo se reestableciera. A los tres kilometros de marcha me encontraba tirado al lado de la carretera con el cuerpo entero temblando. Esto me obligo a despedirme de Ispagnac y del Rio Tarn por espasmos y sin aliento, y con la cabeza constantemente en los dias anteriores con Claire en su casa. Una vez màs me encontraba solo en el camino después de unos dias de buena compagnia, buena conversacion y muchas risas, algo que venia necesitando desde hacia dias.

La verdad es que la condicion de nomada solitario al principio parece muy seductora pero encierra ciertos aspectos poco fàciles de llevar. Es fàcil conocer gente cuando se viaja solo, pero se trata siempre de amistades express con una fuerte carga emotiva concentrada en muy poco tiempo. Siempre que dejo un lugar como Ispagnac pienso que me gustaria volver, que no querria irme, y estas voces entran en conflicto con otra que siempre es màs severa que concluye que hay que continuar el camino.

Mis pedaladas me encaminaban hacia el proximo lugar donde permanecer durante unos dias, una granja ecologica en Retournac, al oeste de Le Puy en Velay, donde trabajaria durante una semana. En Ispagnac aproveché para concretar màs o menos mi dia de llegada con los propietarios de la granja.

La verdad es que el dia se me hizo largo. No estaba del todo animado, llovio, se me rompio una de las correas y el camino a ratos se hizo bastante duro, asi que en seguida di por terminada la jornada y acampé en el bosque. Por fin he comenzado a tocar la harmonica que Felipe me regalo. De momento soy terrible y espero que nadie me escuche en medio de la noche, porque es probable que se le ocurra venir a darme una paliza. A veces me arranco con unos blueses que hacen que Howlin’ Wolf se revuelva en su tumba. Perdon.

miércoles, 30 de junio de 2010

::: chez claire, ispagnac (25–06–10)

Claire me ha acogido muy amablemente en una casa preciosa que me recuerda mucho a una en la que vivi un verano en Huesca, en la Calle Desengagno. La fachada es de piedra y el tejado de pizarra. Tiene tres pisos y todos los rincones estàn llenos de todo tipo de objetos elaborados por ella, plantas y productos artesanales de muchos colores. La casa tiene mil grietas y texturas, y también grifos por todas partes excepto en la cocina, lo cual no deja de ser extragno. Se trata de una casa que ha heredado de sus abuelos y conserva el poso de los agnos, desde luego. De Claire he aprendido que las ensaladas pueden ser de flores y que las hortigas se pueden comer. Esto ùltimo ha sido todo un hallazgo, puesto que llevo toda mi vida evitando y temiendo a esta planta que en los ùltimos dias he cocinado de diversas maneras.


Aqui todo el mundo tiene un pequegno huerto y cultivan todo tipo de cosas. También hay cerezos por los alrededores y todo el mundo coge cerezas libremente. Supongo que tendràn duegno, pero no parece pronunciarse al respecto. Genial, porque las cerezas estàn de muerte. El dia que llegué a Ispagnac me di una vuelta por el pueblo y enseguida encontré por hazar la direccion que ponia en CouchSurfing, asi que llamé. Lentamente comenzaron a escucharse ciertos sonidos lejanisimos de algo moviéndose dentro de la casa y acercàndose muy despacio hacia la puerta de entrada. Cuando se abrio la puerta aparecio un segnor mayor con los ojos azules muy vidriosos que caminaba con torpeza. Imaginandome la respuesta le pregunté por Claire y por la direccion, y él me contesto que si, que la direccion era correcta, pero que él no era Claire, lo cual me alivio mucho. Asi que me compré una tarjeta y me fui directo a la cabina a llamar a la verdadera Claire. Quedamos en veinte minutos delante de correos.



Claire tiene veintiocho agnos pero aparenta muchisimos menos. Es detallista, amable e independiente, y ha viajado mucho. La verdad es que la convivencia con ella es muy cordial y he tenido ocasion de reirme bastante, algo que echaba bien en falta. El rio Tarn pasa por delante de Ispagnac, asi que el primer dia después de ayudarle a recoger guisantes y a regar en el huerto fuimos a bagnarnos. Alli me confeso también que es un poco bruja y que sabe curar los quemazos y tirar las cartas. Desde luego ya me las ha tirado y en principio està todo en orden. Como es logico hemos acabado hablando de la ouija, de damas de blanco y otras chafarderias por el estilo por el mero placer de auto asutarse, una incoprensible aficion que todos tenemos de vez en cuando. Ha sido divertido.





El otro dia, el sabado, fuimos a jugar a la petanca de noche con sus amigas, unas botellas de vino y un perro encantador que se llamaba Yazzi. La partida fue agradable, aunque luego fuimos a cenar a casa de una de ellas y alli las conversaciones se multiplicaron y se aceleraron y mi cabeza termino por bloquearse, y todo parecia una pelicula de Eric Rohmer sin subtitulos. Asi que desconecté definitivamente y me entregué a Yazzi, que en aquel momento era al que mejor entendia.


Estando en Ispagnac he hecho justo un mes desde que sali de Barcelona y he pensado sobre la percepcion tan diferente que se tiene sobre el tiempo viajando de esta manera. Me parece que hace un siglo desde que me fui, y dado que practicamente duermo cada noche en un lugar diferente y cada dia es bastante distinto, algo que ocurrio hace tres dias ya comienza a parecerme lejano en la cabeza.

También es resegnable que el otro dia hice autostop para ir a Florac, el pueblo de al lado, para hacer unas compras, y al llegar al Carrefour vi que no tenia el movil, asi que lo màs probable es que se deslizara de mi pantalon hasta el asiento del coche. Asi que por ahora estoy sin movil.

martes, 29 de junio de 2010

::: el mont aigoual y las praderas (23-06-10)

Desayuné como podria haberlo hecho Obélix esperandome un dia duro. Alrededor de mi no veia màs que montagnas altislimas. Reposté gasolina para mi cocinilla e hinché las ruedas y comencé el ascenso del Mont Aigoual. Realmente no sabia exactamente cuànto tiempo me costaria atravesar la montagna ni como de duro seria, puesto que no me habia enfrentado a algo asi hasta el momento. Asi que llegago un momento esperaba intrigado lo que habria a la vuelta de una ladera o una gran curva, y una y otra vez me encontraba con màs pendiente. A la derecha, en la cuneta, se oia el sonido de alguna alimagna escapano entre la hojarasca a mi paso. Al principio sucedia cada cierto tiempo, pero luego se hizo muy frecuente, asi que me entretenia mientras escalaba lento, siempre fiel a mi plato pequegno y mi pignon grande, atento para ver qué tipo de animal era el que se perturbaba tanto ante mi avance. Por fin vi un par de ejemplares: se trataba de un lagarto mediano de color verde casi fosforito que huia contorneando todo su cuerpecillo sin demasiado disimulo.


Comida tenia de sobra, pero agua no habia comprado, esperando repostar en alguna fuente que por la zona ya se habian visto bastantes. Sin embargo no encontré ninguna y llegado un momento empezo a preocuparme el tema. Asi que paré en un rio y llené un par de botellas, sabiendo que podria no ser demasiado potable. En cualquier caso siempre era mejor tener algo que nada. A parte de los lagartos fosforitos, también me mantenian entretenido los carteles que iban indicando la altura y los kilometros restantes hasta el proximo pueblo, L'Ésperou. Asi que la magnana se convirtio en una especie de reto que me propuse: seguir la marcha hasta el pueblo y comer y descansar alli. Sin embargo el Mont Aigoual no es para tomàrselo a risa, y al cabo de dos horas el cansancio se hacia ya bastante pesado, asi que decidi pararme en cualquier lado en la orilla de la carretera, comer algo y dormir. Aproveché también para hervir el agua de rio que habia cogido previamente para hacerla potable. Cuando hube descansado prosegui la marcha y comprobé que el pueblo estaba casi a la vuelta de la esquina y al entrar en el nuevo valle podian contemplarse muchas praderas verdes que a partir de entonces formarian el paisaje tipico de Les Cevénnes.


También a partir de entonces se han hecho constantes las moscas, que estàn por todas partes. Hay una plaga seria en la region y no me he podido resistir a dar testimonio gràfico de ello. A continuacion una foto que pone en evidencia a un ser tan miserable como cotidiano, que basa su triste existencia en apelotonarse en la mierda para después perseguirte obsesivamente. Aquella noche dejé un regalito en el bosque y a la magnana siguiente una manta de puntitos saltarines lo envolvia casi por completo, actuando como verdaderas jonkys de mierda.



El dia siguiente terminé de descender hasta Meyrueis, donde aproveché para conectarme a internet y comprobar que mi busqueda de alojamiento por CouchSurfing por fin habia dado sus frutos. Asi que esto supuso un cambio en la ruta y me dirigi hacia Ispagnac, donde me esperaba Claire. El camino no pudo ser mas impresionante. Primero me toco subir un pequegno puerto que después del Aigoual se me hizo pan comido, y después me interné por una carretera diminuta y sin segnailzacion alguna por la que en hora y media solo vi un coche.



La carreterilla atravesaba praderas preciosas de color dorado y rozaba pueblos de cuatro casas de piedra y un cementerio. Escuchando la banda sonora que Dylan hizo para Patt Garrett and Billy the Kid me imaginé cabalgando con todo a cuestas y pensé que el ritmo de aquellos largos viajes no se diferenciaria mucho del mio y que seria genial atravesar aquella América salvaje durante dias y dias, haciendo fuego por la noche pensando en el dia siguiente y en lo que sucederia a continuacion, y eso es precisamente lo que hice yo.

::: entrada en les cevénnes (21-06-10)

A la magnana siguiente probé a meterme al lago con las gafas de buceo pero el agua estaba un poco turbia por la tierra y no vi gran cosa. Una pena, porque con un envoltorio tan impresionante cabria esperar todo tipo de criaturas extragnas en el interior... y tal vez alli estuvieran, pero yo no las vi. Me tomé una magnana para disfrutar a fondo del paisaje y sin lluvia, y la verdad es que es sobrecogedor. Hay lugares durante el viaje que me hacen cambiar de estado de ànimo, y el Salagou fue uno de ellos. Uno tenia alli la sensacion de estar en un lugar ùnico, algo parecido a lo que pasa en Rio Tinto, otra bizarrada de entorno.

Ya en marcha di una vuelta por los alrededores y me sorprendio ver que el lago es realmente enorme y con partes muy diferentes. Atravesé una carretera encerrada entre dos de estas colinas rojas, un lugar escogido por muchas parejitas para dejar latente su recuerdo escribiendo con piedras blancas sus nombres enlazados sobre la tierra. Llegado un punto estos letreros de piedras en el suelo se perdian en el horizonte hasta donde alcanzaba a ver el ojo. En ocasiones el paisaje se volvia casi desértico y me llego a recordar un poco al entorno western de pelicula. Cabalgar un rato por alli fue un verdadero placer.

Echando un vistazo al mapa lei un nombre un poco màs al noreste de Salagou que me intrigo: St Guillhem le Désert. Me pregunté si realmente habria alli un desierto, asi que hacia alla decidi dirigirme para comprobarlo. El camino se hizo terrible, con un viento en contra como no habia tenido hasta el momento. Estas circunstancias unidas a que me encontraba un poco cansado me hicieron decantarme por hacer pocos kilometros y descansar en un rio que encontré no lejos de mi incognito destino. Aqui fueron las golondrinas las que cubrieron el cielo en hora màgica, justo antes de ponerse el sol, dando mil vueltas caoticas en el aire y haciendo unos sonidos de madera hueca rompiéndose. El éxtasis de estos animales cesa siempre con la puesta competa del sol.

A la magnana siguiente no tardé en llegar a St Guillhem le Désert y por supuesto no era un desierto en absoluto, sino todo lo contrario: un lugar bien montagnoso, con un buen rio al lado y vegetacion exhuberante. Era dia 21, y eso significaba partido de Espagna contra Honduras, asi que el objetivo era encontrar un camping donde poder verlo. Un vistazo al mapa y pronto estaba en marcha hacia Ganges, el siguiente pueblo grande. En St Guillhem no habia supermercado, asi que antes de salir compré una buena bolsa de cerezas ya que no tenia gran cosa y me tocaba subir algùn que otro puerto hasta Ganges. Con eso, algo de queso, pan y mermelada deberia llegar, asi que racioné bastante las escasas provisiones.

Hubieron subidas bien duras, y la expresion "bon courage!" se me ha hecho ya frecuente en este tipo de caminos. La gente siente gran respeto cuando ve a un tio con todo a cuestas tratado se subir en bici una montagna endiablada. Atravesé pueblos diminutos donde no habia absolutamente nada para comprar, por lo que continué mi marcha con la reserva.

Hacia ya rato que el cansancio era notable y a eso de las 15h todavia no habia comido, asi que me propuse un pequegno esfuerzo y llegar al fin a algun supermercado donde comprar provisiones y buscar acto seguido un camping donde descansar y prepararme para el partido. Acabé en el Camping Tivoli de Laroque, justo al lado de Ganges. Lo llevan una pareja muy joven que fueron verdaderamente muy buenos conmigo. En seguida Pasqal, el chico, me dijo que ellos también habian viajado en bicicleta y me demostro cierta complicidad. El camping era muy bonito, al lado del rio, ellos muy amables, incluso me prestaron su portàtil para conectarme a internet gratis y ademàs era barato. Para acabar, segùn llegué estaban instalando una gran television en la terraza para ver los partidos del mundial, asi que no pude tener màs suerte.

Aproveché para ducharme y deleitarme una vez màs con el agua caliente, que ademàs esta vez era gratis. Increible. Por la noche vi el partido junto con dos campistas màs. Uno de ellos me dejo ver pronto que era un completo personaje y me rei mucho con él durante el partido. Se trataba de un tipo canoso de unos cuarenta y pico agnos con pintas de rockero de toda la vida, con un bigotillo bien cuidado y los ojos pequegnos y azules. Cuando termino el partido y los escasos espectadores se fueron a dormir me quedé un buen rato hablando con Pasqal sobre mi viaje y los suyos. Junto con su novia habia rulado por Marruecos con un camion en el que todavia dormian en el camping y cogian a todo el mundo que hacia autostop. Me conto que llegaron a llevar a unas doce personas, con nignos en el techo y todo.

A la magnana siguiente me dirigia hacia los bagnos luciendo mi careto y mis legagnas con los pies arrastrando por el camping cuando me intercepto el rockero y casi sin saludarme empezo a hablarme sobre muchas cosas, ademàs con bastante desparpajo y criterio. Me hablo sobre el capitalismo, sobre el avion que se estrello este agno con todos los altos mandos polacos dentro, sobre africa, sobre cocodrilos... Después le hice alguna pregunta sobre él y me conto que su mujer le acababa de pedir el divorcio y ahora estab solo y buscando algun sitio donde empezar algo. En un momento de la conversacion me confeso que a veces se sorprendia de tener ya cuarenta y tres agnos, aunque nunca con un tono melancolico, sino mas bien animoso y un poco ironico. Al tipo le cai bien, eso estaba claro, pero a esas horas de la magnana me costaba digerir todavia el francés y en cuanto pude me zafé, aunque la situacion fue muy original. Lo cierto es que es una costumbre bien extendida entre muchos franceses el cogerte por banda y dilucidar sobre mil temas conectados o no tanto. Ya me ha pasado con otras personas.

Al cabo del rato vi al tipo caminando hacia el rio con una guitarra, caminando siempre con sus pantalones pitillo negro y sin camiseta. Asi que terminé lo que estaba haciendo cogi la càmara y fue a hacerle algunas fotos. Me gusto su actitud, no se inmuto en absoluto. El estaba a lo suyo y yo a lo mio. De vuelta vi su plaza de camping: un coche con un faro reparado con cinta de carrocero, una pequegna tienda y una cocinilla de gas de tres fuegos que luego me explico que no podia utilizar porque su mujer se habia quedado con no se qué accesorio. Cuando volvio de tocar me acerqué a él y me mofé un poco de la reparacion de su coche y luego le pedi hacerle unas fotos posadas con él, y accedio sin problema.

Por la tarde incluso me insistio para que me fuera a la magnana siguiente, pero a mi me apetecia seguir el camino, asi que después de ver como Francia perdia contra Africa del Sur y como todos se mofaban de su propio equipo por resignacion, me despedi de todos y me marché con un buen sabor de boca.

Treinta kilometros de cuesta infernal y me planté por fin el el sur del Parc Natural des Cevénnes, con un tobogàn enorme como puerta de entrada.


La noche la pasé cerca de Le Vigan, en un lugar donde habia una mesa enorme donde cené sentado y una pequegna presa en el rio donde me bagné, todo un lujo.

domingo, 27 de junio de 2010

::: haut languedoc / lac du salagou

A partir de aqui el paisaje no ha dejado de ser montagnoso, y los rios se han hecho frecuentes, lo que es una ventaja porque se pueden lavar los cacharros y los dientes sin problemas. La carretera que me encaminaba hacia el Lac du Salagou atravesaba pueblos de revista, perfectamente conservados, con su puente romano y sus fachadas frente al rio.

Algo que mue gusta mucho de las carreteras francesas es la cantidad de productores que venden su mercancia directamente en el arcén. Las carreteras comarcales se convierten en una sucesion de tentadoras ofertas gastronomicas. Ademàs del omnipresente vino también se pueden conseguir frutas de temporada, verduras o miel. Desde que entré en Francia me habia prometido parar en alguno de estos sitios a rellenar mi bota de vino, pero hasta hace poco me habia hecho el remolon. Antes de Clermont l'Herault decidi parar en la masia que publicitara su vino con el cartel màs sencillo e incluso cutre, que ya los habia visto. Paré en una cuyo letrero ùnicamente decia "VIN", y una flecha, todo escrito a mano sobre fondo blanco: perfecto, lo que buscaba. Asi que saqué la bota y me planté delante de la gran puerta de rejas de la entrada. Me recibieron dos pastores alemanes a ladrido tendido, pero a mi no me engagnan,eran màs buenos que el pan, aunque su mision fuera amedrentar a visitantes con turbios propositos. Ponia "Sonnez" y toqué el timbre. Se asomo una segnora canosa por una de las ventanas de la gran fachada de piedra y le dije lo que buscaba. Cuando bajo por fin vi a través de la reja que se trataba de una segnora adorable. Se lamento y me dijo que no vendia "au detail", y yo le segnalé mi bici explicàndole que no me cabia màs de un litro. Ella se enternecio y me dijo que podia regalarme un poco, y asi lo hizo: fue a por una botella de vino sin etiqueta y un embudo y delante de mi lleno la mitad de la bota. Extraordinario, si hubiera pensado que la cosa era asi de fàcil habria ido parando desde que crucé la frontera. Antes de despedirnos me dijo que ella habia nacido en Espagna, pero hacia mucho ya que habia venido a vivir a Francia. Me pregunté si seria una de las exiliadas del franquismo. Por la edad podria serlo perfectamente.

Sin embargo un domingo andaba un poco falto de comida, asi que marchaba con los ojos bien abiertos en busca de algùn puesto de verduras y frutas que por algunas regiones brotan como champignones, y que me salvaria realmente el pellejo. En esto iba pensando cuando vi un cartel anunciando melocotones. El de pendiente me explico que solo vendian por cajas, no por pieza, eso si, dejando primero que aparcara la aparatosa bicicleta, me quitara todos los atuendos y desmontara toda la parafernalia. Ademàs era una de esas personas que a pesar de asistir a los esfuerzos de uno por hablar en francés responden en inglés, incluso muy avanzada la conversacion. Crucé escasas palabras con él pero me parecio un tanto capullo. El caso es que nos despedimos y acto seguido él cruzo la carretera para buscar algo en la casa de enfrente, dejando su delicioso puesto completamente vulnerable. Asi que no lo dudé y le eché el guante a uno de sus pelocotones. Como estaba muy maduro guardarlo habria sido malograrlo, asi que me lo trapigné en la marquesina de al lado, a pocos metros del austero vendedorcillo.

El bicho de moda por Haut Languedoc es un ciempiés con miles de pelitos, colores rojos y verdes y una cara de payaso triston. El tio se cuela por todos los rincones y parece tomarse a guasa los esfuerzos invertidos en expulsarlo.


Cerca de Clermont l'Herault dormi en un bosque con un aspecto un poco desolador. Debido al fuerte viento que sopla en toda la region habia muchas ramas rotas y altos pinos medioderrumbados. Ademàs todo el suelo estaba lleno de pignas y trocitos de espinas secas de pino que se acumulaban también en las ramas formando faldones marrones. Por la noche la musica brotaba de entre las ramas de los àrboles, que danzaban balanceàndose a coro al compàs que dictaban las violentas bocanadas de aire.



El dia siguiente el objetivo era alcanzar por fin el Salagou, aprovisionàndome antes en Clermont l'Herault. Las nubes tontearon todo la magnana, pero no se desfogaron hasta la tarde, cuando restaban escasos kilometros para llegar al lago. Asi que la primera imagen que tuve de Salagou fue muy tormentosa, con colores extragnisimos, siempre rondando los rojos, todo visto bajo mi capucha roja chorreando agua. El lago tiene una forma bien extragna, en absoluto circular. Muchas rutas terrosas lo circundan a lo largo de unos cuantos kilometros, convirtiéndolo en uno de los entornos màs interesantes para hacer bicicleta de montagna en Francia, segùn dicen. El paisaje es realmente delirante, asi que me enchufé Pink Floyd y vagué sin rumbo por esas rutas que se cruzaban unas con otras, subiendo y bajando monticulos una y otra vez. Pronto me di cuenta que pese a los letreros de prohibicion mucha gente acampaba entorno al lago y organizaba partidas de petanca, asi que la cosa parecia estar clara para dormir esa noche. La ùnica complicacion era la lluvia que a ratos llegaba a ser fuerte.



Al cabo del rato las colinas rojizas emergieron muy violentamente y el camino se hizo bien dificil para mi bicicleta. Asi que tanteé el terreno y acampé a la vuelta de una de estas colinas. Sin duda un gran lugar, impresionante y escondido. A la hora de cocinar tuve que arreglàrmelas cortando todo dentro de la tienda, pero cada vez que salia la lluvia cesaba, asi que por lo menos tuve una noche tranquilita. Hablé con una pareja de franceses de màs o menos mi edad que estaban pescando por alli buscando un poco de compagnia, pero resultaron ser un poco rancios y pese mis intentos de conversacion no pusieron la cosa demasiado fàcil.

::: de vuelta al camino (18-06-10)

Ayer sali de casa de Christine con unas ganas enormes de llorar, pero me contuve hasta que llegué al cementerio, a pocos metros de la salida del pueblo. Para hacerlo tuve que rodear la casa, obligàndome a echar una ùltima mirada al inmenso jardin verdisimo, al cerezo, a las ventanitas azules... En el cementerio aparqué la bici e hice algunos estiramientos mientras escuchaba "Two of Us" de The Beatles. En ese momento una enorme nostalgia me tumbo y rompi a llorar como un nigno mientras me comia un platano y contemplaba los inmensos campos por los que hacia veinticuatro horas habia paseado con Utah. El cielo tenia un tinte exageradamente dramàtico, lleno de nubes renacentistas de formas bien definidas. La Montagna Negra estaba màs negra que nunca debido a algunas de estas nubes a su alrededor. Cuàntos buenos recuerdos y qué gratisima compgania se quedaban atràs a medida que me alejaba en bicicleta hacia Minèrve. Las làgrimas en los ojos me mostraban borrosos los vignedos infinitos en marcha y diicilmente distinguia las segnalizaiones de lejos.

(...)Hoy cuando me he despedido de Christine me he emocionado como hacia tiempo no lo hacia. Espero poder volver a tomarme una copa de vino tras otra en su porche, charlar con ella hasta que los pàrpados caigan como plomos, coger cerezas en su jardin y algùn dia, cuando mi nivel de francés sea competente, poder retarle a una buena partida de scrable en la gran mesa que hoy hemos colocado frente a la puerta del jardin. Un grandisimo abrazo, Christine(...).

La vuelta al camino supuso atravesar vignedos y vignedos hasta por fin alcanzar la cadena montagnosa que se divisaba ya desde hacia un rato. Cuando llegué a Minèrve distraje un poco mis pensamientos recorriendo un pueblo realmente bonito y antiguo. Me topé con un grupo de jubilados catalanes a los que en ningùn momento se me ocurrio confesarles mi identidad espagnola. Recorrian a voces el pueblo haciendo preguntas sin sentido y comparando constantemente lo que veian con otros tios que habian visto ya antes. Asi que me mantuve callado y me dedique a trapignarme el pan de nueces que me habia dado Christine antes de salir y tambien las mermeladas caseras de fresa y cerezas.

Después el paisaje se levanto por fin y apareci en pueblos pequegnisimos donde pregunté por alguna fuente de agua potable. En uno de ellos encontré que todo el mundo estaba en el cementerio celebrando un funeral, por lo que tuve que esperar a que terminara en la puerta del mercado para poder comprar algunas verduras. Ahora cuando la gente me pregunta y les digo que vengo de Barcelona en bicicleta si que se muestran realmente sorprendidos.

Entré en el Parc Natural Haut Languedoc y me toco hacer algun esfuerzo extra serpenteando en ascenso a través de los pinos. En cuanto me lo propuse encontré un buen sitio para dormir y pronto me encontraba de nuevo solo y en el bosque, y pensé mucho sobre los dias anteriores y después sobre los que vendrian a continuacion, y asi me vencio el suegno.

jueves, 17 de junio de 2010

::: chez christine {12-6-10 \ 17-6-10}

Los dias siguientes han transcurrido en una completa armonia en casa de Christine, donde he aprovechado para limpiar todo, incluso la bicicleta, escribir, leer, ver Carcassonne con calma, ver el Mundial y sobre todo para descansar. Christine me ha cuidado como a una planta màs de su jardin, con el mismo mimo y dedicacion y con el mismo gusto por las cosas bien hechas. Ademàs de Christine, su jardin y sus dos gatos {uno se llama Masai, el otro es un soso y no he querido ni memorizar su nombre}el cuadro lo ha completado Utah, un pastor alemàn que trajeron unos amigos de Christine porque se iban de viaje. Los dias han pasado suavemente, entretenido con las sencillas tareas caseras: recolectando cerezas, paseando a Utah en bici por los campos o jugando con Masai en el jardin. Cuando caia el sol llegaba la hora del aperitivo y nunca faltaba una botella de vino en la mesa. Tampoco han faltado las tartas caseras de cerezas recogidas esa misma tarde, mermelada de fresa artesanal o el pan de nueces que Christine preparaba la tarde anterior. Como le dije a ella, su casa ha sido como un oasis en mi camino.



Utah es un perro excepcionalmente listo y servil. Parece estar siempre en guardia para atender con la mayor rapidez posible a las llamadas que uno le puede hacer en cualquier momento, incluso cuando duerme. El primer dia, cuando se fueron sus duegnos, estaba realmente nervioso, mirando todo el rato la puerta. Incluso llego a largarse y tuvimos que salir a buscarlo. Parecia triste todo el rato. Asi que me encargué de jugar con él por el jardin y pasearlo, y ha sabido recompensarme con un carigno que no habia recibido antes de ningùn animal. Cuando me despierto por las magnanas viene a abrazarme literalmente, y cuando siente que me voy de casa se pone triste. Tiene artritis y a veces cojea de una pata, pero cada dia saca algo de fuerzas para jugar al clàsico palo. Pero también es màs listo que el hambre. Por las noches me quedo hasta tarde escribiendo y él a mi lado roncando en la alfombra que hay en el suelo del salon. Sin embargo ayer me fui a la cama y volvi cinco minutos màs tarde porque habia olvidado algo. Cuando llegué al salon me lo encontré cual general romano espanzurrado sobre el sofà, algo que Christine ya sospechaba porque habia descubierto pelos suyos encima. Pero el tio se cuida mucho de quitarse antes de que nadie se despierte para no ser pillado. Como somos colegas yo no dije nada y he guardado el secreto, aunque Christine ya lo sabe.



Masai es una modelo sensacional y le encanta que le haga fotos, en serio. Cuando saco la càmara es cuando màs atención me presta. Hoy estaba subido a la escalera cogiendo cerezas del àrbol y ella ha subido hasta arriba para demandar sus caricias correspondientes. Estos dias he podido dar fe del refràn que dice: "Donde perro y gato, buen rato".



El otro dia fui a Carcassonne, y lo hice en autostop. De Peyriac hasta allà hay unos 25 km. Yo nunca habia hecho autostop y fue algo agradable. Para ir no tuve problema alguno, esperé en la salida del pueblo durante 5 minutos y no tardo en parar Bernard, un chico joven que se intereso mucho por mi viaje e incluso me invito a visitar su pueblo. A la vuelta fue un poco màs problemàtico. Llovia a càntaros y yo no sabia exactamente donde ponerme para que mi busqueda de un conductor anonimo fuera mas certera. Asi que me fui a la estacion y alli pregunté a un segnor, que se horrorizo ante la idea de hacer autostop con semejante lluvia, pero me dio las coordenadas que era lo que yo queria. Asi que afilé mi pulgar y puse cara de pena, cosa que no se me hizo muy difícil debido al temporal y a mis pies ya encharcados. Habia comprado una planta para regalàrsela a Christine y se me ocurrio que sacarla de su bolsa de plastico y lucirla en una mano mientras con otra llamaba la atención de los coches seria una buena estampa y ganaria puntos para ser recogido. Y asi fue. Al rato de hacerlo se me acerco una mujer y estuvimos mirando uno de sus innumerables mapas hasta que me ofrecio dejarme en un cruce mucho mejor orientado hacia mi destino. Una agradable conversación, un breve paseo y nos despedimos. De nuevo bajo la lluvia repeti la estampa que me habia funcionado la vez anterior y pasado un buen rato paro una chica de unos 40 agnos con el coche hecho un cristo. En el asiento del copiloto habia muchisimos trastos y en el cenicero abierto las colillas caian en cascada. Le agradeci su gesto con un poco de conversación. Ella acabo diciéndome que si pasaba por St Hilaire du Chateau {en el centro de Francia} podria quedarme en casa de una amiga suya sin problema. Me apunto su nombre, su nùmero y nos despedimos a la entrada de Peyriac.


Mi proximo destino es el lago Salagou, en direccion a Les Cevènnes, salgo magnana y la verdad es que me va a dar pena dejar esta casa en la que he estado tan a gusto.